
Un evento exclusivo requiere una localización exclusiva. Una localización exclusiva la conforman una mezcla de características: historia, uso, arquitectura, ubicación, vistas, decoración, etc… Pues bien, esta localización es una de esas que en Cenarte tildamos de exclusiva: una antigua iglesia gótico-mudéjar convertida en bodega, donde se producen uno de los mejores 100 vinos del mundo, en la que el cliente será atendido por los propietarios, y desde la cual se tienen unas vistas privilegiadas a los viñedos. Un lugar único.
Esta localización resulta ideal para desarrollar una experiencia en torno al vino y la gastronomía. Se propone en visitar los viñedos, y comenzar una primera fase de la cata en los propios viñedos. Acompañados de los propietarios, los clientes visitarían posteriormente la bodega, donde se continuaría con la cata. En el interior de la bodega proponemos maridar el vino con un queso de la zona a modo de aperitivo. Para la experiencia gastronómica proponemos el espacio exterior, los jardines, donde se serviría un almuerzo campero a base de productos ecológicos. El cliente se sentirá como en casa.