
Esta hacienda situada al norte de Sevilla es uno de los cortijos más antiguos de la provincia. El edificio principal data de 1615 y fue originalmente un monasterio. La capilla y los salones están restaurados respetuosamente. El edificio principal alberga un pequeño hotel con patio interior y habitaciones que se pueden usar para diferentes tipos de eventos. En este venue nos encontramos jardines, piscina, plaza de toros, establos e incluso una zona destinada a actividades de aventura. Este cortijo preside una gran finca de 2,700 hectáreas de tierras de cultivo y ganadería. Los alrededores de este cortijo están bien conservados y cuentan con una gran riqueza de flora y fauna como los ciervos, jabalíes, rapaces, aves acuáticas y la vegetación típica del Mediterráneo.
Recomendamos este lugar para grupos grandes que buscan un lugar auténtico en el campo cercano a Sevilla.